Control y gestión del riesgo en trading
Controlar y gestionar el riesgo en tus operaciones de trading es algo obligatorio.
Obligatorio si quieres que tu cuenta dure, claro.
Como habrás comprobado (y si no, ya lo comprobarás), los mercados financieros están llenos de tiburones de los que tienes que defenderte.
Te voy a resumir los aspectos más importantes a tener en cuenta para reducir lo máximo posible el daño de los mordiscos de estos tiburones.
GESTIÓN DEL RIESGO: 6 pasos fundamentales
1.Pon un stop loss en tu vida
Siempre.
Si no tienes esto claro, no tienes nada que hacer.
El stop loss es tu salvavidas.
Junto con tu orden de entrada, siempre tienes que mandar al broker tu orden stop loss. Haciendo esto antes de entrar en la operación te ahorrarás muchos disgustos innecesarios.
Es la regla de oro que nunca debes saltarte.
2. Procura estar en sintonía con el mercado
Actúa limitando tu riesgo en base a tus resultados.
Si ves que encadenas demasiadas operaciones fallidas, reduce el tamaño de estas. O deja de operar. No tiene nada de malo descansar un tiempo cuando ves que tu trading se te va de las manos.
Será bueno para tu bolsillo y, sobre todo, para tu cabeza.
Si, por el contrario, tienes una buena racha, puedes aumentar el tamaño de las posiciones y, poco a poco, aumentar el riesgo a asumir. Por supuesto, siempre dentro de unos límites.
3. Limita el tamaño de tu posición
Mi recomendación es que utilices el método de riesgo fijo del 2%.
No arriesgues nunca, entre todas tus operaciones, más de un 2% del total de tu cuenta.
Por poner números, si tu cuenta es de 20.000USD, no arriesgues más de 400USD en total entre todas las operaciones que vayas a realizar. Si, por ejemplo, planeas hacer 4 operaciones simultáneas, tu límite de riesgo será de 100USD en cada una.
Fracción óptima
Este método es más avanzado y más complicado, pero reporta los mejores resultados posibles estadísticamente.
Aprovecha tus rachas al máximo, aumentando el riesgo cuando ganas y disminuyéndolo cuando pierdes.
No puedes aplicarlo desde el principio porque son necesarias unas cuantas operaciones de muestra para determinar el riesgo.
Tampoco pasa nada si utilizas siempre la regla del 2%, pero que sepas que, cuando lleves 40 o 50 operaciones en tu historial, puedes plantearte utilizar esta técnica, ya que optimizará notablemente tu trading.
4. No le lleves la contraria al mercado
Si te alineas con la tendencia global del mercado tienes más posibilidades de salir con vida.
Imagina que estás rastreando el mercado americano en búsqueda de un buen valor y observas que la tendencia es bajista y que los indicadores de fortaleza indican debilidad. Para reducir el riesgo, evitarás buscar operaciones alcistas a medio plazo y te centrarás en buscar un valor que ofrezca la posibilidad de unos cortos.
Esto no es infalible, por supuesto, pero se trata de correr los menos riesgos posibles.
Apóyate también (cómo no) en soportes y resistencias. Ten en cuenta los máximos de drawdown.
Por ejemplo, si el gráfico del IBEX35 está justo sobre soporte, tendrás más probabilidades de ganar si buscas valores para operar en largo que estén sobre un soporte relevante.
5. No operes si no estás en condiciones
Si has tenido un mal día en el trabajo, si has discutido con alguien, si sientes una rabia enorme porque llevas varias operaciones seguidas perdiendo, si, por lo que sea, no puedes pensar con claridad, no operes.
Así de simple.
Básicamente, si no te encuentras bien física y mentalmente, no te enfrentes al mercado.
Lo más probable es que se te escape algún detalle y cuando te des cuenta ya será demasiado tarde.
6. Lleva un control total sobre tus operaciones
Por último, pero no menos importante, es imprescindible que documentes todas tus operaciones de forma sistemática.
Documentar las operaciones realizadas con precisión, orden y detalle es la clave para formar una sólida base y así poder aprender de los errores.
Sin ninguna duda, ir ganando experiencia a través de la práctica es una de las mejores formas que tienes para reducir el riesgo de tus operaciones. Si registras todos los fallos y aciertos que tienes, podrás revisarlos posteriormente para reflexionar y darte cuenta de lo que tienes que mejorar.